¿Vos entendes lo que esto conlleva no?
Vos sabes que yo no puedo, sabes que soy difícil de querer, sabes que yo no quiero a nadie.
Son solo mis barreras, mis murallas que me encierran, las murallas que construyo para que nadie se me acerque. Así me aíslo, ahi me quedo, sola en un costado, en una esquina sin consuelo.
Vos sabes que somos agua y aceite, cada uno en su mundo, en su realidad alterna que de repente confluyeron. Quien sabe si fue cuestión del destino, aunque yo no crea en eso. Las cosas pasan por algo y por algo esto que siento. O creo que siento.
Nada es concreto, nada es definitivo y si tuviera que elegir entre quererte y dejarlo de esta manera, ten por asegurado que mi primera opción seria la segunda. Y es que no me gusta lo complicado, porque yo ya me complico las cosas. Créeme no quieres conocerme de otra forma. No quieres conocerme como algo mas que una amiga, porque así como las relaciones cambian yo cambio con las estaciones. A veces puedo sentirme completa y feliz, y otras totalmente derrumbada como aquel abril.
Tu das afecto y yo me trago el orgullo. Tu no tienes valentía y a mi las ganas de matarte me sobran, así que mejor dejemos las cosas como están, ordenadas de manera tal en que yo sepa a donde dejamos cada cosa, así no me pierdo de nada y no hay ni oportunidades ni ganancias, ni historias ni peleas, ni amor ni amistad.
Bicicleta
martes, 28 de julio de 2015
domingo, 19 de julio de 2015
Ausente
Supongo que siempre me persiguió. Lo sigue haciendo, lo hará hasta el
día en que de mi ultimo suspiro.
Me gusta remover en el pasado, en realidad yo no busco hacerlo, el se acerca de a poco, lentamente y luego de lleno. No puedo evitarlo, simplemente pasa.
A veces el día esta bien, voy viajando de vuelta a casa, el cielo esta despejado, el sol irradia calor, y pienso, el solo pensar, el solo vivir hace que vuelva. Y aunque no recuerde, aunque no lo haya vivido, duele, forma parte de mi, hizo lo que soy. Me hizo.
Me gusta remover en el pasado, en realidad yo no busco hacerlo, el se acerca de a poco, lentamente y luego de lleno. No puedo evitarlo, simplemente pasa.
A veces el día esta bien, voy viajando de vuelta a casa, el cielo esta despejado, el sol irradia calor, y pienso, el solo pensar, el solo vivir hace que vuelva. Y aunque no recuerde, aunque no lo haya vivido, duele, forma parte de mi, hizo lo que soy. Me hizo.
Nunca me sentí preparada para contarlo, sigo llorando con un nudo en la garganta cada vez que vuelve, cada vez que intento liberarlo.
Es como si en realidad no quisiera salir, quisiera quedarse en mi interior y así seguir lastimandome con cada uña de sus garras. Es el monstruo de mi pasado que vive en mi presente, que sigue viviendo. Es una clase de superior inmortal que gobierna mi cabeza. Mis actitudes son dirigidas por el, por eso.
Tan involuntario, tan parte de mi vida y aun así tan ausente.
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