Siempre es levemente siniestro ver un objeto que te recuerda su abrazo, su cariño incondicional que tanto le falta a este mundo.
Es levemente siniestro sentir que estuvo en ese lugar, que estos pasillos recorrieron sus mejores momentos, momentos de felicidad, momentos de tristeza, momentos de vida.
Pensar que ella alguna vez hizo lo mismo que yo, y recordarla en el ayer, tener su presencia tan intacta. Recordar sus comidas, sus pequeñeces que la hacían tan grande. Porque ella con tan solo gestos te demostraba todo su amor, porque era lo único que daba, amor.Y ahora duele recordarla en lo mas profundo. Duele saber que al la Tierra le falta una persona. Duele saber que dejo sus frutos para que así dejar su memoria, sus historias, sus palabras. Saber que yo soy ese fruto me llena de orgullo. Porque nunca dejaría que ella muriera, nunca dejaría que se olvidará.
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