Ahora ya no puede llevarme mas, porque el viento acumulado solo genera tormentas. Entonces cuando nos dejamos llevar, terminamos en un huracán. Porque la vida seria muy fácil si todo dependiera del viento. El barco llegaría a buen puerto, el avión aterrizaría sin problemas. Pero no, somos tan irregulares como el, con altos y bajos, con tiros de suerte y caídas desenfrenadas.
Pero a veces se necesita de eso, se necesita de ese viento para guiar el velero.
Entonces como es ¿Necesitamos o no necesitamos del viento? ¿Es bueno? ¿Es malo?
Nosotros no necesitamos del viento, dependemos de el, todo depende el, de si nos dejamos llevar por el, o luchamos contra su tormenta. Ahí es cuando nos beneficia, o nos deja tirados en el piso.
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